domingo, 15 de junio de 2008

- Felix Esparza. En homenaje a tu abuelo y a tu constancia.

A mi abuelo Félix Esparza García. En las elecciones del 16 de febrero de 1936 fue asesinado mi abuelo Félix de un tiro de escopeta, cuando iba a recoger al interventor Víctor Pascual a una mesa electoral.

Han sido una serie de casualidades, o como diría el también navarro J. J. Benítez, la “providencia”, la que me ha llevado a conocer el cuando, el donde y el cómo de unos hechos cuando ya he pasado los cuarenta. Tal ha sido el silencio que ha envuelto todo lo referido a aquella época en mi familia.

Ha sido también una casualidad que se mezclara mi búsqueda del pasado familiar en esta etapa negra de Navarra, con el Congreso de Víctimas del Terrorismo en Valencia, congreso presidido por el Príncipe de Asturias. Ha sido sorprendente comprobar la cantidad de medios económicos, políticos, de radio y televisión volcados en el reconocimiento a las víctimas y la pelea solitaria y cuasi clandestina de los familiares de los asesinados tras el alzamiento nacional en Navarra, que me ha tocado conocer estos días.

Esta vuelta al pasado, me ha hecho entender un poco la Navarra que nos toca vivir y me pregunto si hemos cambiado en estos 70 años, si el clero que llama Calígula a Zapatero, es muy distinto al del párroco de pistola al cinto y lista de fusilamiento, si los Sanz, Catalán, Del Burgo de Itoiz y Canal de Navarra son muy distintos de los condes feudales y los corraliceros del 36.

Nuestro arzobispo se equivoca cuando dice que recordar y reconocer a nuestras víctimas es abrir las heridas del odio, pienso más bien que es justamente lo contrario, el odio surge de la impotencia, de ver como una injusticia se perpetua en el tiempo sin que haya un pronunciamiento del error, enorme que supuso una represión cruel y sanguinaria contra lo mejor del progresismo navarro.

Navarra perdió mucho con la pérdida de estos hombres y mujeres, y seguiremos perdiendo si el clero de Navarra no pide perdón por estos hechos, si UPN no rechaza el alzamiento nacional, contra un gobierno legítimo, y todo el holocausto que llegó detrás, aunque no sea con la vehemencia que pide el rechazo a la violencia de Batasuna o el fin de ETA. Sería una manera de abrir una esperanza al futuro.

La iglesia y la derecha de Navarra deben evolucionar hacia Europa, deben abrirse al mundo y civilizarse.

Sin nada más que añadir, hoy 70 años después de tu muerte te recuerda tu nieto que te quiere. Félix Esparza.

+ Información. Autobús de la Memoria.

+ Información. Esclavitud bajo el Franquismo.

+ Información. Olvidados.